Respirar, a pesar del coronavirus
Estos días estamos viendo que desgraciadamente la cifra de muertos por coronavirus continúa creciendo. Sólo en España hasta el día de hoy, 26 de marzo de 2020, ha habido más de 4.100 víctimas, y ya se ha superado a China, donde se declaró la epidemia. ¿Cómo mata el coronavirus? Se ha dicho varias veces que infecta las vías respiratorias y en general da síntomas similares a los de un resfriado o una gripe. Pero en los casos graves puede complicarse y provocar una neumonía. Es, pues, la neumonía la que acaba matando a los pacientes. La neumonía es una enfermedad inflamatoria del pulmón que afecta principalmente a los alvéolos. Suele ser causada por una infección de virus o bacterias, y en menor frecuencia de otros microorganismos como hongos o protozoos. No es infrecuente tampoco que se produzcan infecciones mixtas de virus y bacterias. La reacción del cuerpo a la infección suele ser una inflamación y acumulación de fluídos en el interior de los alvéolos de modo que se obstruye el intercambio de O2. A medida que se van afectando más y más alvéolos, el contenido de O2 en la sangre, lo que técnicamente se denomina nivel de saturación, disminuye hasta que el enfermo puede acabar muriendo ahogado. El tratamiento en estos casos consiste en hospitalizar al enfermo y suministrarle aire enriquecido en oxígeno para compensar la limitación de sus pulmones y darle tiempo a que se recupere. Desgraciadamente en la situación actual de pandemia, no hay suficientes aparatos respiradores para todos. Por ello, han surgido diferentes iniciativas como la impresión por tecnología 3D de bifurcadores, que instalados en respiradores, les duplican la capacidad.