La lana al microscopio
La lana es un tejido natural producido por algunos mamíferos. Los humanos aprovechamos generalmente la de oveja. En la Península Ibérica las dos razas de oveja más conocidas son la churra y la merina. La primera es muy buena produciendo carne y leche, mientras que la segunda es una buena productora de lana. Si mezcláramos ambas razas obtendríamos una oveja mediocre que no produciría ni buena carne, ni buena leche, ni buena lana, de ahí el dicho popular de «no mezclar churras con merinas». En Catalunya también tenemos una raza autóctona buena productora de lana: la xisqueta. Pero hay lanas de otros orígenes, como la lana de angora, obtenida de un conejo, la lana de cachemira, procedente de una cabra o la lana de alpaca, extraída de un camélido sudmericano. Son lanas muy valiosas y exclusivas. Su confort y capacidad calorífica se debe a la estructura microscópica de la fibra. Cuanto menor es el diámetro, mejor. Con el uso de la microscopía electrónica se ha podido saber que la lana de angora y de cachemira son muy finas (15-16 micras), seguidas de la lana de oveja merina (17-18 micras) y de la alpaca (20 micras). Sin embargo, la mejor lana del mundo se obtiene de la vicuña (12-14 micras), un camélido salvaje sudamercano del que procede la alpaca. Ya los incas la reservaban para la realeza. Si nos queremos abrigar como un rey deberíamos elegir la lana, de una especie de llama.